Por ello, aprovechando que quería hacer un regalo a mis compañeros de Águila Coja: César Herce y Dani Zarzuelo, volví a repetir del experimento con algunas variantes. En primer lugar elegí un par de viñetas de Águila Coja dibujadas por Dani que presentaban amplias zonas de tinta, para luego de imprimir en papel de acuarela y dejarlo secar unos días, sumergirlo en agua para que soltase el sobrante de tinta.
El blanco del papel quedó sutilmente manchado, por lo que en un próximo intento debo probar a mojar el papel en lugar de sumergirlo. Pero salvo ese inconveniente pude pintar con acuarelas sin temor a que la tinta se diluyese conservando el dibujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario